Michael Dooley (James Belushi) es un detective temperamental de la Policía de San Diego quien investiga a Lyman, un traficante internacional de drogas (Kevin Tighe).
Como ayuda, el sargento Brannigan (Ed O'Neill) le hace entrega de Jerry Lee, un perro policía de raza Pastor Alemán adiestrado para la detección de estupefacientes.
Los dos intentan dar caza a Lyman y llevarle a prisión, pero pronto Dooley descubre que su perro, aparte de ser travieso es más listo de lo que cree y que solo actúa cuando quiere.
Esta curiosidad del guion se pierde en la traducción al español.
La película tiene dos secuelas que salieron directo a vídeo tituladas K-911 (1999) y K9 PI (2002).