En los Juegos de Pekín, Stephanie Rice y Katie Hoff partían como grandes favoritas en los 400 metros estilos.
En segunda posición se clasificó la nadadora de Zimbabue Kirsty Coventry, con 4:29.89, mientras que Katie Hoff acabó tercera con 4:31.71.
En la final de los 200 metros estilos, celebrada el 13 de agosto, Rice partía como gran favorita, y sus principales rivales eran Kisty Coventry y la estadounidense Natalie Coughlin.
Rice y Coventry lucharon por la victoria hasta los últimos metros en una cerrada lucha, y finalmente Rice se llevó el triunfo con un tiempo de 2:08.45, que rebajaba en 47 centésimas el récord mundial que ella misma poseía.
En principio las estadounidenses partían como grandes favoritas, pero Australia sorprendió dominando la prueba casi desde el inicio, para acabar llevándose la victoria con 7:44.31, casi seis segundos por debajo del récord mundial que poseía Estados Unidos.