En esa misma entrevista ante la pregunta realizada por Hernández de Jesús: ¿Y cómo se llega a la voz propia?
Sin embargo hay textos que sólo significan en nuestro tono, allí es donde debemos reincidir.
Soy una lectora atenta, que vibra y se asombra ante la eficacia de tan pocas palabras.
Las mismas palabras: ausencia, feérico, noche, ella, cuerpo, penumbra, ¿nostalgia o miedo?
Escribir es una cosa que le ocurre a uno, como amar o morir[3]".