El derecho de emporio[1] o derecho de almacenaje (en alemán Stapelrecht) era un privilegio concedido a algunas ciudades del Sacro Imperio Romano Germánico, durante la Edad Media, por el que las mercancías que pasaban en tránsito por ellas debían descargarse durante un número determinado de días (normalmente tres) y puestas a la venta durante ese plazo, antes de poder continuar su ruta.
[2][3] En ciertas condiciones, se podía evitar esta obligación, pagando un peaje o stapelgeld.
Este privilegio resultaba una clara traba al comercio a larga distancia, especialmente para los productos perecederos.
Todas las mercancías que pasaban el río Rin, arteria vital del transporte, debían ser puestas a la venta durante tres días, lo que contribuyó de manera fundamental a la riqueza de la burguesía de Colonia.
Otras ciudades que tenían implantado este derecho eran Maguncia, Frankfurt del Main, Leipzig (1479),[4] Heilbronn, Neuss, Münden (1247), Minden, Fráncfort del Óder, Görlitz (1339), Berlín, Magdeburgo, Itzehoe (1260),[5] Erfurt, Viena (1221) y las ciudades hanseáticas de Lübeck, Hamburgo, Stade (1259), Bremen y Zwolle (1438).