Stanno tutti bene

Sus cinco hijos adultos viven esparcidos por toda la Italia continental, pero nunca van a visitarlo, de modo que decide él ir a verlos sorpresivamente durante el verano.

En Milán está Guglielmo, un brillante compositor que resulta ser un vulgar músico insatisfecho con su trabajo.

Cada uno de ellos vive su propia vida procurando no interferir ni incomodar en la tranquila vejez de su padre, quien siempre quiso tener una familia ideal, triunfadora y casi perfecta.

Sus vidas han sido un fracaso, pero Matteo también se siente un fracasado después de la amarga decepción que ha supuesto descubrir la verdadera realidad de su familia, pues siente que no hizo un buen papel como padre debido a su autoritarismo y férreo control sobre toda su familia.

Cuando vuelve a Sicilia visita la tumba de su esposa y pronuncia: “Están todos bien”.