El radiotelescopio SKA, abreviatura de Square Kilometre Array, es un radiotelescopio que tendrá una superficie total de aprox.
Además, permitirá la observación de campos de visión independientes, permitiendo así a diferentes radiastrónomos estudiar de forma simultánea diferentes partes del cosmos.
El SKA será el instrumento de observación radioastronómica más sensible jamás construido y será capaz de detectar todos los núcleos galácticos activos hasta un corrimiento al rojo de 6, cuando el universo no tenía aún mil millones de años.
Con esta herramienta será posible detectar planetas similares a la Tierra a distancias de entre cientos y miles de años luz.
Sus obras comenzarán en 2016 y no concluirán hasta 2020.