Lo que era una suposición se convierte en una realidad: una enfermera del hospital, Marcela,(Malena Solda) parece ser la amante de su esposo.
Los celos, rabia y sed de venganza se apoderan de Sonia maquinando un plan siniestro: secuestra a la joven y la mantiene durante varios días en cautiverio, sometiéndola a terribles torturas.
La situación llega a un horrible punto de inflexión con desenlace trágico.
Ante un descuido de Sonia, la cautiva escapa, pero es retenida por su secuestradora que termina por cortarle el cuello como cástigo.
La autopsia probó que al momento de ser incinerada todavía estaba con vida.