Sonata para viola y piano (Rebecca Clarke)

Sus principales instrumentos fueron el violín y la viola, y bajo la tutela de Charles Villiers Stanford en el Royal College, sus composiciones comenzaron a presionar para que estos instrumentos asumieran funciones solistas.

En 1916, Clarke se mudó a Nueva York para seguir su carrera interpretativa, donde compuso su Sonata para viola y piano (1919).

No se creía, en ese momento, que una mujer pudiera escribir música tan desafiante y poderosa como la sonata.

En el primer estreno real, la respuesta por parte del público hacia el trabajo fue muy positiva .

La sonata está dividida en tres movimientos: Esta obra es una de las más importantes en el repertorio de viola, por ello se interpreta con frecuencia.

La compositora Rebecca Clarke sosteniendo una viola. Imagen de 1919.