Durante el trayecto realizaron varios pequeños conciertos interpretando algunos de los Lieder del músico.
El compositor se la dedicó a Josephine von Koller, una joven que disfrutaba tocando el piano.
[2] El primer movimiento, Allegro moderato, se plantea desde el principio en un pequeño Lied con exposición, desarrollo y reexposición regulares, seguido inmediatamente por un segundo motivo que tiene todas las cualidades de un tema independiente, desarrollado y reafirmado con relativa claridad.
Si bien no presenta un segundo tema, el primero es transformado y variado, gracias sobre todo a una hábil técnica pianística, para resaltar dos aspectos diferentes del mismo.
La atención se centra sobre todo en el segundo tema, de la feliz concepción, hábilmente llevado al desarrollo y variaciones.