Somos unos animales
Se facilita así el directo para Robe, ya queda como guitarrista adicional y puede centrarse en las labores vocales.Se pacta que la discográfica cubrirá los gastos del grupo (con 10 000 pesetas diarias como dieta, incluyendo hotel) durante su estancia en Madrid para la grabación del disco, pero Robe no está contento con las condiciones y pide que les manden todo el dinero a su lugar de residencia para luego poder trasladarse a grabar.Extremoduro no reconoce estos discos como propios y los considera "una puta mierda" y "una muestra del lado oscuro de la industria discográfica" [1] Esta nueva discográfica será la independiente Pasión-Área Creativa, con la cual grabaron el álbum en dos semanas en los estudios Audiomadrid en 1991.[6] Aunque todavía se mantienen en la autoproducción, este segundo disco cuenta con una producción bastante superior a la del debut que le precede; y aún sin contar con ningún tipo de promoción, se llegan a vender 8.000 copias.En el libreto del álbum aparecen las letras de varias canciones que no fueron incluidas en el mismo.