Cuatro años más tarde la Empresa Concesionaria de Aguas Subterráneas del Río Llobregat inicia sus actividades en la ciudad de Barcelona.
[5] A finales del siglo XX, la compañía ya contaba con 1 200 000 clientes.
En esta última parte del siglo los esfuerzos principales de la misma se centraron en la aplicación de nuevos sistemas para mejorar el sabor del agua.
[6] En 2005 la sociedad inaugura su nueva sede social: la Torre Agbar,[7] la cual pasaría a convertirse en uno de los referentes arquitectónicos y turísticos de Barcelona.
[10] El Grupo Agbar es a su vez una filial de «Suez España», propiedad de la multinacional francesa Suez.