La fábula nació en Oriente, concretamente en la India, con un afán didáctico o de enseñanza para educar a los hijos de los nobles e infundir en ellos valores y virtudes que les ayudaran a convertirse en gobernantes.
En Grecia fue Esopo quien retoma el género y crea sus fábulas en medio del intenso ambiente cultural griego.
Posteriormente, en la Edad Media y el Renacimiento, los cruzados difundieron las nuevas fábulas de Oriente aprendidas en los lugares donde combatían.
Así es como la fábula fue evolucionando y enriqueciéndose hasta nuestros días para continuar con el propósito principal con el que fueron creadas: moralizar.
Según la historia que se cuenta en el Hitopadesha (siglo VII), el rey Sudarshana, preocupado por la educación de sus jóvenes príncipes, le encarga la enseñanza de la moral a un bráhmana (sacerdote) llamado Viṣṇu Śarman (quien es considerado el autor del Pañcha tantra).