En esta época se edificaron gran número de fortalezas y monasterios fortificados.
[1] Pese a sus fortificaciones, Smbataberd cayó finalmente en manos de los seléucidas.
Esta, situada en el lado norte, no estaba protegida por fosos, sino por una barbacana que aprovechaba la configuración montañosa del terreno para por un lado frenar a los posibles atacantes y por otro dar una posición elevada ventajosa a los defensores.
Otros dos accesos secundarios se situaban también en el lado norte, en los extremos este y oeste, protegidos por torres de vigilancia.
Los restos de estas murallas se conservan principalmente en el parte septentrional.