Estos sistemas de representación se distinguen, entre otros, del escrutinio mayoritario uninominal porque las candidaturas no necesitan obtener mayoría relativa en ningún distrito electoral para poder ser representadas en el órgano elegido.
[2] Las ventajas más a menudo citadas de los sistemas proporcionales son:[3] En el último punto, hay un buen convenio o arreglo para sugerir que las mujeres son probablemente más elegidas en los distritos plurinominales.
Los grupos étnicos, religiosos y lingüísticos tienden también a ser mejor representados en los distritos plurinominales porque los partidos políticos se esfuerzan para que en general, exista un equilibrio cuando se seleccionan los candidatos.
Para una discusión más detallada del empleo de los distritos uninominales y la representación de las minorías en los Estados Unidos, ver Estados Unidos: Minorías Étnicas y Distritos Uninominales.
Las primeras desventajas de los sistemas proporcionales son:[3] La fortaleza de los distritos plurinominales se encuentra en su habilidad para generar una representación mucho más equilibrada, tanto para los grupos tradicionalmente subrepresentados tales como mujeres y minorías étnicas y para los partidos políticos.