Típicamente, los planetas se montan sobre un brazo móvil o portaplanetas que a su vez puede rotar en relación con el sol.
Una situación es cuando el portaplanetas permanece estacionario y el sol se usa como entrada.
Esta rotación de los planetas puede a su vez impulsar la corona, en una relación correspondiente.
La corona también puede dejarse fija (configuración que posee mayor aplicaciones industriales), realizando la entrada sobre el carrier, produciéndose así la rotación de salida en el sol.
Esta configuración producirá una relación de cambio mayor, igual a 1+C/S.
donde n es el factor de forma del engranaje planetario, definido según:
Si la corona permanece estacionaria y el sol se usa como entrada, el portaplanetas será la salida.
Durante la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló una variante especial del engranaje epicicloidal para los radares portátiles, que necesitaban una relación reductora muy elevada en muy poco volumen.
Uno de estos dos anillos externos se mantenía fijo y tenía menos dientes que el otro.
Proporcionan una reducción de volumen, múltiples combinaciones cinemáticas, reacciones puramente torsionales y ejes coaxiales.
[1]Las desventajas incluyen altas cargas en los rodamientos, requisitos de lubricación constante, inaccesibilidad y complejidad del diseño.