Su nombre se debe a Turrell Wylie, que perfeccionó el método en 1959.
Desde entonces se ha convertido en un método estándar de transliteración en estudios tibetanos, especialmente en Estados Unidos.
La transliteración Wylie se diseñó específicamente para transcribir la escritura tibetana, lo que explica su aceptación en los ámbitos académicos.
No pretende ayudar a la correcta pronunciación de las palabras tibetanas.
La excepción es la secuencia qy-, que puede escribirse bien con una «g» delante o con una «y» como subíndice.