Sinfonía n.º 11 (Shostakóvich)

La matanza incitó nuevas manifestaciones y actividades antizaristas, que culminaron en la Revolución bolchevique de 1917.

Shostakóvich basa el movimiento en dos temas de sus Diez poemas corales sobre textos revolucionarios para coro sin orquesta.

La música más dramática se encuentra en la sección fugato, que alcanza un clímax brutal y percusivo empleando una variante del motivo de los manifestantes para representar la matanza.

Es un lúgubre lamento basado en la melodía de la marcha fúnebre revolucionaria "Vy zhertvoyu pali" (Caísteis como víctimas).

El cuarto y último movimiento, Allegro, se subtitula "Tocsin" (Набат) que es campana de alarma.

[5]​ Se citan tres piezas: "Besnuytes, tyranny" (Furia, tiranos), "Varshavyanka" (Torbellino de peligro) y "Ogonki" (Chispas).

Más tarde, adquiere gradualmente un aire desafiante y triunfal, con una campana tocando su advertencia en el poderoso final de la sinfonía.

[4]​ La obra obtuvo un éxito inmediato, el mayor que conoció tras la Sinfonía Leningrado, quince años anterior.

Shostakóvich en 1958.
Manifestantes en el Domingo Sangriento de 1905.