Armand Trousseau describió por primera vez este hallazgo en la década de 1860.
Posteriormente encontró el signo en sí mismo, descubriéndose un cáncer pancreático muriendo al poco tiempo después.
[3] Algunas neoplasias malignas, en especial los adenocarcinomas de páncreas y pulmón, están asociados a estados de hipercoagubilidad (la tendencia a formar trombos en el sistema circulatorio) debido a múltiples factores, entre los cuales destaca la presencia del aumento de factores de crecimiento, hiperviscocidad y sustancias liberadas del mismo tumor.
Estos coágulos se presentan como forma visible con los vasos sanguíneos inflamados (vasculitis), especialmente en las venas, o como un dolor intermitente en las zonas afectadas.
El fenómeno patológico de formación de coágulos, la resolución y reaparición después en otras partes del cuerpo ha sido nombrado tromboflebitis migrans o tromboflebitis migratoria.