Sigamos con fe

Decidiendo ganarse su propio dinero, ALF empieza a trabajar como un vendedor de cosméticos mediante línea telefónica.

Willie le dice que deje el negocio, pero ALF se niega ya que ganará mucho dinero.

Pero cuando ALF decide invitar a algunas compradoras a la casa, Willie se niega pensando en el peligro que corre ALF si una mujer lo ve.

Éste igual las invita y varias mujeres llegan a la casa al instante.

ALF debe esconderse en la cocina mientras Willie vende con Kate los cosméticos y comienzan a ganar dinero hasta que todo termina bien y Willie cierra el negocio de ALF.