Shigenori Tōgō

Entró a trabajar en el Ministerio de Asuntos Exteriores en 1912.

Hasta el último momento, espero una respuesta positiva de la Unión Soviética y la respuesta oficial japonesa no se hizo a la declaración en un primer momento y una versión censurada dice que la propuesta de Tōgō fue dada a conocer al público japonés aunque Tōgō hubiera esperado oírla de Moscú.

Lamentablemente, muchos dirigentes Aliados habían interpretado ese silencio (Mokusatsu, 黙殺) como un rechazo de la Declaración, y así se permitió que los bombardeos continuaran.

Unos años después, en 1950, murió de colecistitis durante su confinamiento en la cárcel.

El diplomático y profesor de relaciones internacionales Kazuhiko Tōgō es su nieto.