Entró en la industria del cine para adultos a los 24 años, filmando quince films de porno duro en 1993-1994.
Durante años luchó contra sus adicciones al alcohol y las drogas, y contrajo herpes que le provocó cáncer de cérvix, teniendo que serle extirpado parte del cuello uterino.
Lubben declaró que los actos sexuales que realizan las mujeres en los rodajes son físicamente dañinos (incluyendo hemorragias anales y vaginales) y psicológicamente traumatizantes.
En 2005 inició una agresiva campaña de marketing en internet contra la industria del porno, y en 2008 fundó la Pink Cross Foundation, que ofrecía apoyo a los que deseaban abandonar la industria, pedía donaciones para la causa y mantenía un foro de ayuda en línea para personas adictas al porno, el sexo y las drogas, desde un enfoque de ayuda práctica y espiritual cristiana evangélica.
Apareció en diversos medios de comunicación internacionales, radio, televisión y documentales.