La película se estrenó con muchos títulos, y fue difícil conseguir una distribuidora, hasta que Kroger Babb adquirió los derechos y la relanzó como The Story of Lila Leeds and Her Exposé of the Marijuana Racket.
Como siente que esto no le causa efectos, pierde su miedo y sigue fumando.
Finalmente, tras cincuenta días presa, queda en libertad y, ya sin la adicción, coopera con las autoridades en la búsqueda de Markey.
Sin embargo, la desconocida Leeds sí la cumplió y quedó en período de prueba por cinco años.
[3] Tras su puesta en libertad, Leeds luchó por conseguir trabajo en Hollywood y firmó un contrato como protagonista en Wild Weed, una película que, según el productor Richard Kay, estaba «basada en las circunstancias del arresto de Lila Leeds y Robert Mitchum».
Al principio, Babb comercializó la película bajo el título de The Story of Lila Leeds and Her Exposé of the Marijuana Racket, pero no tuvo éxito hasta que fue a cambiarlo por She Shoulda Said No!.
Además, envió cartas a comunidades locales afirmando falsamente que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos imploraba a Hallmark estrenar la película «en la mayor cantidad de ciudades y pueblos en el menor tiempo posible», como servicio público.
[8] David F. Friedman, quien luego emplearía la película en sus facturaciones dobles, atribuyó la estrategia de distribución a que el filme era tan pobre en calidad que Babb quería lucrarse con él y empezar un nuevo proyecto lo antes posible.
[11] Si bien las cifras en dólares no se encuentran disponibles debido a la naturaleza del género, conocido por su falta de registros y sus prácticas poco usuales para la distribución, el éxito financiero de She Shoulda Said No!
[18] En 2006, Alpha Video Distributors lanzó en formato DVD la película, que seguía teniendo publicidades de estilo exploitation.