Fueron encontrados por el arqueólogo Ralph Solecki en 1957 y dados a conocer por él mismo tres años después en Annual Report of the Smithsonian Institution for 1959.
[3][5][6][4] El yacimiento de Shanidar se encuentra en una cueva en el noroeste de las montañas Zagro, dentro del Kurdistán iraquí,[2] en una posición elevada, con orientación sur y con acceso al agua fácil, lo que la hacían un lugar ideal para habitarlo.
[4] El individuo debió de ser sorprendido por un terremoto que provocó los derrumbes que le sepultaron, manteniéndose así hasta su descubrimiento en 1957.
[7] Junto a este fósil se encontraron otros esqueletos y restos de la misma especie,[4][8] de hasta diez individuos.
[2] El hallazgo fue de vital importancia para comprender la distribución de los homínidos ya que hasta ese momento no se habían encontrado restos en la zona.