Al igual que en su álbum anterior, Somewhere in Time, prevalece el uso de sintetizadores que durante la gira fueron ejecutados por el técnico asistente de Steve Harris, músico e ingeniero en sonido; Michael Kenney.
Harris declaró: "Era nuestro séptimo álbum de estudio y yo aún no tenía el título o alguna idea en absoluto.
Según Harris, esto fue probablemente porque "pasaron más tiempo vigilándose el uno al otro para ver lo que todo el mundo estaba haciendo, sólo para asegurarse de que la historia encajara apropiadamente y fuese a algún lugar".
Según Dickinson, la banda decidió no contratar un tecladista, siendo las secciones "principalmente posibles de tocar con un solo dedo por Adrian (Smith, guitarrista), Steve, el sonidista o cualquiera que tuviese un dedo libre en el momento".
Me encantaba porque era más progresivo -pensé que el teclado calzaba brillantemente- pues esa es la influencia con la que crecí, y estaba tan molesto con los estadounidenses, porque realmente no parecían aceptarlo.
Después de todo, dijeron que el álbum tenía un sonido europeo.