Serafín Rojo

[6]​ En 1943 se unió al elenco de autores de la Editorial Valenciana colaborando en la revista Jaimito prácticamente desde sus inicios (con personajes como «Doña Tere, Don Panchito y su hijo Teresito», «El astronauta Saturnino Chiquiflauta» y «Don Golín y Quinielon»).

En estas ilustraciones puede verse una sátira de la viciada y ágrafa nobleza española.

Fue pionero en crear cómics para un público adulto como es su obra Carmen Underground (Gysa, 1975).

Sus últimos años los pasa en Madrid siendo fiel hasta el final a su estilo de vida bohemio.

El historiador Juan Antonio Ramírez considera a Serafín como un maestro del absurdo, pero en un sentido muy diferente al de Palop.