Semana Santa en Gandía

La Semana Santa de Gandía nace, se desarrolla, se consolida y tiene su futuro en sus gentes, por lo que no es de extrañar que las Hermandades, allá por el siglo XIX, tuvieran su origen en asociaciones gremiales u oficios.

Estas procesiones se interrumpen con la llegada de la Guerra Civil Española (1936-39), durante la cual se perderá la mayoría del patrimonio artístico que atesoraba la Semana Santa gandiense.

La Semana Santa de Gandía renace nuevamente en los años cincuenta del siglo XX, concretamente en 1951 con la participación de siete hermandades en la procesión del Santo Entierro.

Cada cierto tiempo, Jesús eleva el pan y el cáliz, demostrando a la gente que observa la procesión que son personas reales y no esculturas.

Desde 2002 cuentan con una segunda imagen, Nuestro Señor del Perdón, realizada por Rafael y Miguel Ángel Grafiá mientras que el trono-anda es de José Manuel Montagud.

Hermandad de la Santa Faz Se funda en 1954 gracias a comerciantes adscritos al gremio del textil.

Miguel Ángel Casañ es el autor de su grupo escultórico formado por Cristo cargando la cruz junto al Cirineo y la Verónica enjuagando su rostro.

Anteriormente habían desfilado con un Cristo propiedad de la Iglesia del Palacio Ducal.

Ramón Cuenca Santo realiza en 2003 su segunda imagen de la Virgen del Consuelo con San Juan en el Calvario.

Hermandad de la Virgen Dolorosa Existente a finales del siglo XIX, se refunda en el año 1953.

Hermandad del Santo Sepulcro Siendo también de los existentes en el siglo XIX, se refunda en 1950.

Antonio Sanjuán Villalba realiza un trono-sepulcro consistente en una urna sepulcral con un cristo yacente.

La Cruz con la que procesionan es de Francisco Pérez Gomar, y en 1952 realizaron su trono-anda, obra el escultor Antonio Sanjuán Villalba.

En 2004 el escultor Ricardo Rico Tormo realizó la imagen de María Magdalena.

En el siglo XIX desfilaba con una Virgen de la Soledad atribuida al maestro Salzillo, desaparecida durante la Guerra Civil.

En 1995 fue sede del VIII Encuentro Nacional de Cofradías Penitenciales.

Aunque inicialmente la Semana Santa era propia de hombres (solo ellos podían procesionar) en los años setenta comienzan a aparecer mujeres, que en silencio y con el más absoluto anonimato, desfilan en las procesiones.

En 1979 lo aprueban en su Asamblea las Hermandades de San Pedro Apóstol y Descendimiento, en 1982 el Ecce-Homo... y así muchas más hasta llegar a la plena integración de la mujer.