Los aficionados al director Ed Wood admiran sus películas no porque ellos las consideren excelentes, más bien se debe a que son tan malas que llegan a ser divertidas y curiosamente fascinantes.
El culto a La naranja mecánica está compuesto de punks, skinheads y otros grupos.
Ciertos fenómenos de culto pueden crecer a tales proporciones que se vuelven mainstream.
Muchos espectáculos televisivos cancelados (especialmente los que tiene un corto tiempo de transmisión) viven una segunda vida en sus seguidores más devotos.
[4] Otro ejemplo son Roswell,[5] Joan de Arcadia,[6] The Adventures of Pete & Pete,[7] Eerie, Indiana[8] y Twin Peaks,[9] que tuvieron una corta vida pero generaron una gran base de admiradores.
[10] El anime, manga y las películas de kung fu y kaiju (junto al tokusatsu) son entretenimiento mainstream en Japón, pero en cualquier lugar son generalmente apreciadas por una audiencia de culto.
En el mundo de los videojuegos tenemos ejemplos como Star Raiders (1979), Maniac Mansion (1987), La abadía del crimen (1987), Snatcher (1988), KGB (1992),[11] System Shock (1994), I Have No Mouth, and I Must Scream (1995)[12] Oddworld: Abe's Oddysee (1997), Grim Fandango (1998), Sanitarium (1998)[13] Planescape: Torment (1999), Shenmue (1999), Deus Ex (2000), Ico (2001), Killer7 (2005), Okami (2006) o S.T.A.L.K.E.R.