Sin embargo, su versión más moderna fue desarrollada por Levi Spear Parmly, dentista de Nueva Orleans.En 1876 le fue otorgada al inventor estadounidense E. Parmly Brown una patente sobre una seda dental desinfectada.[2][3] Otras compañías que empezaron a fabricar este producto fueron Red Cross, Salter Sill Co.Aunque el cepillado de dientes está más que extendido en nuestra sociedad, tanto el enjuagado como la utilización del hilo dental se mantiene como una actividad secundaria a la limpieza de dientes, casi optativa, cuando en realidad debería ser complementaria.No hay hilo dental que sea superior al otro en cuanto a eficacia de limpieza se refiere.Los estudios han demostrado que el uso regular del hilo dental reduce drásticamente el riesgo de caries interproximales.