Quisieron vencerla los enemigos de Dios, Ella no escucha a los malos consejeros: Ni por oro, ni plata, ni paramentos, Nada nunca la consiguió obligar Y por eso fue conducida a Maximiliano, Él le ordena, aunque a ella poco le importa, Ella reúne toda su fuerza: Que perder su virginidad.
Al fuego la echaron, para que ardiese rápido : Pero esto no quería creerlo el rey pagano.
La doncella por esto no protesta, En forma de paloma vuela al cielo.
Que Cristo tenga piedad de nosotros El texto está presumiblemente redactado en dialecto picardo-valón.
Utiliza artículos: li inimi, lo nom, enl, desconocidos en latín; muestra que ciertas vocales finales del latín son caducas, lo cual se pone de manifiesto en las vacilaciones de grafía (a, e) para los finales femeninos: pulcella/ pulcelle.