debido a la anotación que Jerry Ehman hizo en el papel continuo, denotando su sorpresa y emoción.
Hay millones de frecuencias posibles en todo el espectro radio-eléctrico, pero se piensa que cualquier civilización inteligente lo suficientemente avanzada como para estudiar el universo debería conocer la radio-astronomía y por tanto hacer investigaciones radioastronómicas.
Si esto es así deberían conocer la frecuencia natural de emisión del hidrógeno neutro, que al ser el elemento más abundante del universo proporciona un canal óptimo para la emisión y la recepción de señales.
Ya tenemos el canal, pero ¿en qué tipo de onda podemos esperar recibir un posible mensaje?
Esta es la conocida como onda continua o CW (Continuous Wave), que, por ser de una frecuencia fija y estable, es la onda óptima para salvar las grandes distancias interestelares a la vez que se puede escuchar a niveles muy bajos de señal (el código Morse se emite en CW).
Esa frecuencia forma parte del espectro de radio donde está prohibida la emisión por tratados internacionales.
Por eso, tanto la duración de la señal Wow!, 72 segundos, como su forma, corresponderían a un origen extraterrestre.
Something suggests it was an Earth-sourced signal that simply got reflected off a piece of space debris»).
Esas estelas de hidrógeno habrían bastado, según el astrónomo, por sí solas para generar una lectura anómala y muy intensa en las mediciones.
Como este año volvería a hacerlo, Paris quiso comprobar si la señal era la misma.
En efecto, cuando 266P/Christensen volvió a acercarse, viaje que realiza cada siete años y medio, la señal fue la misma.
Probablemente fue causado por un raro evento astrofísico, el repentino brillo de una fría nube molecular provocado por una emisión estelar.