Cuando tenía cinco años se lanzó al tráfico en una autopista de Long Beach y fue atropellado por una camioneta, permaneciendo en coma durante sesenta horas.
[3] En 1993 Erskine llevó a su casa a una mujer que esperaba el autobús y la mantuvo como rehén durante varios días, violándola y sodomizándola repetidamente antes de dejarla en libertad.
A los jurados se les mostraron fotos de la escena del crimen: Sellers aparecía desnudo de cintura para abajo, con las piernas y los brazos atados con una cuerda y la boca amordazada.
El patólogo determinó que Charlie Keever estaba vivo cuando se le hicieron las mordeduras.
[6] En abril de 2004 Erskine se presentó ante un segundo jurado para decidir su castigo por el asesinato.
El criminal, quien vivía en el condado de Palm Beach, Florida en ese momento, admitió haber violado y asesinado a Baker.
Las autoridades de Florida sospechan que Erskine puede estar relacionado con otros homicidios sin resolver.