Un militar norteamericano vinculado a su embajada en París sufre un atentado en un restaurante parisino donde su joven mujer e hijo pierden la vida.
En ese puesto actúa como francotirador y elimina a todo adversario que se le cruce incluyendo niños.
Un soldado serbio, Goran, amigo de la familia, intenta asesinarla a patadas y disparos.
En ese momento, el mercenario protagonista que acompañaba al soldado serbio lo mata, y se hace cargo de ella y de su hijo recién nacido intentando por todos los medios hacerla llegar a territorio controlado por la Naciones Unidas.
Sin lugar a dudas, una experiencia bastante dura que el director, Predrag Antonijević, sabe perfectamente plasmar en la pantalla, con unos niveles de cruda realidad histórica y violencia pocas veces superados.