El saqueo de Atenas del año 267 d. C. fue llevado a cabo por los hérulos, una tribu germánica que había invadido los Balcanes en aquella época.
A pesar de la reciente fortificación de Atenas con una nueva muralla, los hérulos lograron capturar la ciudad y arrasaron gran parte de ella, antes de ser expulsados por los atenienses bajo el liderazgo del historiador Dexipo.
El suceso dejó daños duraderos en los monumentos y estoas de la ciudad, y Atenas perdió su antigua gloria y eminencia, reduciéndose al área alrededor del Ágora romana, que fue cercada con una nueva muralla.
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