En su interior se hallan tres retablos dedicados a la Virgen y otros Santos, destacando el alicatado en las paredes de los azulejos típicos portugueses en blanco y azul, contando en imágenes la historia de La Virgen.
En el siglo XIX, fue construido la gran escalera de 686 escalones que conducen desde la ciudad hasta el templo.
Se trata de un proyecto del arquitecto Nicolau Nasoni muchos años atrás y que no pudo verlo hecho realidad en vida (murió en 1773).
las subidas están adornadas con pasamanos de granito con pequeñas columnas y dibujos con azulejos.
En la escalera también se encuentra un chafariz (fuente) con un obelisco de grandes dimensiones diseñado por Nasoni.