Santo Amaro da Imperatriz

Con una economía basada en la agricultura, el municipio también se ha destacado en el turismo por su gran manantial natural de aguas termales.

El municipio ofrece muchas opciones de esparcimiento entre las cuales están sus aguas termales, atractivos naturales y variadas festividades religiosas y culturales.

Entre los años de 1832 y 1839 fue levantada una capilla en honra a Santa Ana, en un lugar denominado “Morro da Tapema”.

En 1850, encontrándose la Capilla de Santa Ana en condiciones precarias, fue iniciada la construcción de otra capilla en el mismo lugar que se convirtió en la iglesia matriz.

El sector terciario ocupa la segunda colocación en la economía con el turismo, el comercio y la prestación de servicios.

[2]​ Habitada por unas 18 mil personas, la ciudad de Santo Amaro da Imperatriz es calma y hospitalaria.