Santiago Pinetta

[1]​[2]​ Su investigación la plasmó en el libro La nación robada de su autoría que tuvo que imprimirlo con recursos propios por no ser aceptado por ninguna editorial.

[3]​ Y dicha investigación le trajo problemas de índole personal y económicos: Fue atacado por mafiosos en reiteradas oportunidades, perdió su empleo y sus aportes jubilatorios en la ANSES lo que le impidió cobrar su pensión de retiro recibiendo la jubilación mínima que le resulta insuficiente para su manutención obligandolo a vivir como mendigo en la estación Carlos Gardel de la línea B de subterráneos.

[4]​ Pinetta se inició en el periodismo en 1955 desempeñándose en La Nación, La Razón, Clarín entre otros medios y en revistas como Primera Plana y el Informador Público.

Además colaboró para medios del exterior como corresponsal.

En 1994 Pinetta radicó en los Tribunales Federales la denuncia, y las autoridades judiciales dieron inicio a la investigación que terminó con siete acusados que recibieron condenas de hasta tres años en suspenso, ninguno terminó preso.