Su sabiduría, sus grandes cualidades espirituales hicieron que rápidamente fuera nombrada madre abadesa de ese monasterio.
Construye un oratorio consagrado a la Virgen María, el cual será agrandado en 1311.
Para esto, recolecta dinero de ricos y pobres de la región y llega a ser priora del convento de dominicas que funda.
Santa Inés fue muy popular desde su muerte, en buena parte gracias a la biografía hagiográfica del beato Raimundo de Capua.
Su cuerpo se encuentra en Montepulciano , en la iglesia de su nombre, en una urna del altar mayor.