En el año 1797, Carlos IV otorgó a Don Francisco Bescós y Nasarre y a sus hijos, vecinos del lugar de Santa Cilia, el título de Infanzones, ganado por méritos propios.
El título les otorgaba privilegios, honras, gracias, mercedes, franquezas, excepciones, libertades, preeminencias, e inmunidades.
Coro a sus pies en alto, sobre un forjado de madera.
Se accede mediante arco de medio punto con dovelas sin ornamentación.
Sobre los vértices dos capiteles románicos empotrados y a la misma altura en la fachada existen otros dos capiteles, también empotrados, que aunque erosionados presentan figuras humanas y animales.