En estos monasterios aún se practica la religión budista y guardan características comunes en su distribución espacial.
[1] En 2018, estos templos fueron nombrados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
[1][4] Conforme estos templos se expandieron, se agregaron pasillos auxiliares cerca del salón principal, y también se incorporaron al recinto del templo varios pasillos consagrados a deidades indígenas.
[5] En la entrada de cada templo se encuentra La Puerta del Pilar Único (Iljumun) que representa la separación de lo sagrado con lo profano.
Como es característico en los templos tradicionales coreanos, para acceder al corazón del templo se atraviesa una serie de puertas que enfatizan el carácter sagrado del lugar.