San Pedro y san Pablo (El Greco, Barcelona)
Conocedor de la pintura veneciana, el Greco modela a través de luces y colores, con una pincelada rápida y vigorosa que empasta la tela haciendo perder los detalles.[5] Aunque el tema central es la reunión entre los dos apóstoles después de un desacuerdo, se insinúa que la reconciliación no fue total, ya que sus manos se cruzan sin llegar a tomar contacto.Ambos santos son representados de tres cuartos, con sus cabezas a la misma altura, ante un celaje que establece un matiz distinto para cada figura.Llevan pesadas vestimentas, donde destacan los pliegues, en los que se crean sugerentes contrastes luminosos.Viste un manto marrón-dorado sobre una túnica azul, lleva las llaves de la Iglesia, y muestra un gesto de cesión o reconocimiento hacia san Pablo, quien aparece más joven, enérgico y con facciones vigorosas.