San Guinefort

Su santidad no es reconocida por la Iglesia Católica, que ha prohibido varias veces el culto a este animal.Cuando regresó, encontró la guardería desordenada: la cuna volcada, el niño desaparecido y Guinefort saludando a su amo con las fauces ensangrentadas.Al darse cuenta del error, la familia le dio un entierro con todos los honores, lo cubrió con piedras y plantó árboles a su alrededor, erigiendo un santuario para Guinefort.Seguramente está basada en un cuento popular galés llamado El sabueso fiel, de contenido muy parecido.Posteriormente, los historiadores han apreciado en este fenómeno social una muestra de la ansiedad medieval por la alta mortalidad infantil.
Pintura del siglo XIX .