En 1875 se realizaron pruebas de salto alto en Viena, luego en los Países Bajos, Bélgica, Italia y Alemania.
En el salto alto mixto, el vencedor fue el capitán italiano Federico Caprilli, quien estableció un récord mundial de 2,08 m (6 ft 9⅞ in) con su caballo «Meloppo».
Así, el salto de Federico Caprilli hizo que estallara un gran entusiasmo por esta disciplina en otros lugares del mundo, como por ejemplo en Estados Unidos, donde se comenzó a entrenar caballos especialmente para el salto alto, aumentando cada vez más su popularidad entre el público norteamericano.
La superación de este último se convirtió en una costumbre francesa a comienzos del siglo XX.
En 1946 el capitán Rafael Monti y «Faithfull» saltaron un obstáculo de 2,18 m (7 ft 1⅞ in), lo que estableció un nuevo récord chileno.
Unos meses más tarde, ya en 1948, el teniente Luis Riquelme y «Chileno» saltaron un obstáculo de 2,33 m (7 ft 7¾ in), estableciendo el récord sudamericano.
La siguiente altura que se dispuso fue de 2,47 m (8 ft 1¼ in) para batir el récord mundial.
Luis Riquelme y «Chileno» no pudieron pasarlo en sus tres intentos, cayéndose además el jinete en la tercera ocasión.
Aunque el salto fue fotografiado y presentaba testigos, el récord no pudo ser homologado por la Federación Ecuestre Internacional, ya que no fue realizado en el marco de un concurso oficial con carácter público, se desconocía la legalidad de las condiciones y solo fueron testigos unas pocas personas.
[17][18] En 1995 se realizó un récord de salto alto oficial, conseguido por la amazona inglesa Carolyn Wofford y el caballo «Solidarity», saltando 1,70 m (5 ft 7 in) en el Child's Equestrian Dream celebrado en el "Birchinley Manor Equestrian Centre" de Rochdale (Inglaterra).
Las faltas se computan solo a partir del momento en que el caballo montado ha entrado en la zona de penalidad que se extiende 15 m delante del obstáculo y limita a ambos lados por una bandera de color rojo y blanco.