La devoción a este lugar le ha proporcionado una atmósfera tan sugestiva que ningún visitante se queda indiferente ante él.
Las ruinas del antiguo convento capuchino surgen en el bosque cerca de la sexta capilla.
Según un esquema de construcción común a los demás conjuntos, tres estaciones están incluidas en el santuario.
Se colocaron algunas cruces con una solemne procesión a lo largo del sendero, para indicar los puntos donde construir las capillas.
Con la consagración del Santuario, en 1690, se concluyó la primera fase, pero nuevos artistas prosiguieron la obra hasta 1710.
Antonio Rosmini fundó el Instituto de la Caridad en 1828 y le dio al Calvario una nueva vida.