Sacra conversazione degli Ingesuati

Es una Conversación sagrada, o sea una Virgen con el Niño entronizada, rodeada en este caso de figuras santas celestes, los arcángeles Miguel y Rafael flanqueando a la Virgen con cuatro ángeles al fondo detrás de la tarima, y dos santos terrenos, san Justo de Volterra[2]​ y san Zenobio, delante arrodillados a ambos lados del trono de la Virgen.

Varias materias detalladamente plasmadas figuran por su intención simbólica en la composición: las perlas de las cornisas, símbolo de pureza, el zafiro en el broche de la Virgen símbolo de pureza y modestia, la esfera de cristal llevada por el Niño Jesús simbolizando su dominio sobre el Mundo, las granadas fertilidad y las naranjas recordando el Paraíso perdido, o los cipreses del bosquecillo del fondo aludiendo al hortus conclusus mariano.

El panel principal de la Conversación sagrada muestra una composición en pirámide, cuya cumbre es la Virgen y los extremos laterales, ambos santos obispos.

Los ángeles y los arcángeles están ubicados sobre la terraza situada al mismo nivel que el trono.

El anaranjado, asimilable al oro, completa el color precedente (en hábitos y frutas).