Conecta los conductos lagrimales, que drenan las lágrimas desde la superficie del ojo, con el conducto nasolagrimal que conduce este fluido hacia la cavidad nasal.
Funciona fundamentalmente cuando existe una gran cantidad de lágrimas, que el saco lagrimal bombea hacia adentro y hacia afuera, dirigido por el músculo orbicular de los párpados, durante el parpadeo.
Tiene forma oval y mide de 12 a 15 mm.
En su superficie externa está cubierto por una expansión fibrosa derivada del ligamento palpebral medial.
Como el conducto nasolagrimal, el saco lagrimal está recubierto por epitelio columnar estratificado y células caliciformes secretoras de moco.