Quienes la profesan se basan en su interpretación de varios pasajes del Nuevo Testamento.
Es enfatizado sobre todo en el Protestantismo, que lo usa para rechazar cualquier concepto de sacerdocio ministerial o presbiterial, tal como lo proclaman otras iglesias cristianas como la ortodoxa y católica.
La mayor parte de los credos protestantes rechazan la idea del sacerdocio presbiterial, interpretándolo como si fuera un monopolio.
En muchas iglesias protestantes existen personas que trabajan a tiempo completo en labores tales como administrar y organizar la Iglesia, enseñar doctrina, dirigir cultos, administrar los sacramentos, etc.
La mayoría de los protestantes establecen algún tipo de distinción entre sus propios ministros ordenados y los laicos, pero lo consideran asunto de orden y disciplina eclesiásticos y no son una jerarquía espiritual ni mucho menos "grados de santidad", pero en las otras doctrinas tienen que ver con administración, ministerio, y facultades.