SKS

Originalmente, la SKS y el AK-47 iban a reemplazar al fusil de cerrojo Mosin-Nagant, que había estado en servicio dentro del ejército ruso desde 1891.

La carabina fue diseñada para usar munición 7,62 x 39 M1943, un cartucho de poder intermedio que después se usó en los fusiles del tipo AK.

Muchas versiones tienen una bayoneta integrada que se pivota para fijarse, y algunas tienen bocachas lanzagranadas.

Una SKS estándar es semiautomática y tiene un cargador interno con capacidad de diez cartuchos.

Algunas versiones de la SKS han sido modificadas, con éxito limitado, para poder usar los cargadores extraíbles del AK-47.

Para los aficionados, los "slamfires" tienen más probabilidad de pasar si queda grasa en el cerrojo y el percutor.

El percutor puede ser modificado para usar un muelle como los primeros modelos rusos al capricho del dueño.

Como muchas armas soviéticas, la SKS es muy dura, resistente, fácil de construir, usar y limpiar, pero no posee precisión a grandes distancias.

Otra modificación popular y aún más barata es pintar el punto de mira.

Aunque la SKS solo fue utilizada por el Ejército Soviético por unos dos años, tuvo un papel importante en Corea y Vietnam, además de otras "guerras sucias".

En total, la SKS se fabricó en Rusia, China, Yugoslavia, Albania, Corea del Norte, Vietnam, y Alemania Oriental (Kar.

Muchas partes pequeñas, como las miras y mangos del cerrojo, son únicos para varios países.

Es posible que varias carabinas yugoslavas M59/66 con culatas de teca se exportaran a Uruguay y Mozambique.

Los países que usaron la SKS pero no recibieron derechos de fabricación incluyen Cuba, Afganistán, Congo, Indonesia, Irak, Laos, Líbano, Mongolia, Marruecos, Egipto (como la República Árabe Unida), Yemen del Sur, Cuba y Nicaragua.

En Estados Unidos, varios tenderos coreanos usaron esta carabina para proteger sus tiendas durante los disturbios de Los Ángeles en 1992.

Según reglas estrictas, todas las SKS son carabinas menos la M59/66, ya que la bocacha lanzagranadas le da una longitud de fusil.

La SKS es muy popular entre los civiles, especialmente en Estados Unidos, donde las carabinas cuestan entre $100-$500 dependiendo del modelo, historia, calidad, números disponibles, origen y lugar de la compra.

En su favor, los cartuchos para la SKS son muy baratos y se puede comprar un cajón de 1,000 cartuchos por cerca de $100, aunque estas balas son más efectivas para defensa que para cazar.

Un AK-47 y una SKS.
M59/66 yugoslava con bocacha lanzagranadas.
SKS china hecha para civiles.