Los sóviets supremos de las repúblicas estaban basados en el Sóviet Supremo de la Unión Soviética, fundado en 1938, y eran casi idénticos, aunque eran órganos unicamerales, a diferencia del Sóviet Supremo de la URSS.
[1][2] Los delegados aprobados para los Sóviets Supremos eran elegidos periódicamente cada cuatro años, mediante sufragio universal, sin oposición.
[2] Los sóviets se reunían con poca frecuencia (a menudo solo dos veces por año durante varios días) en la capital de su respectiva república, y elegían al Presídium, un órgano permanente, para actuar en su nombre mientras el sóviet no estaba en sesión.
[4] Estos se encargaban de interpretar, crear y modificar las leyes, así como convocar las sesiones del Sóviet Supremo.
Los Sóviets Supremos también elegían al Consejo de Ministros, un órgano ejecutivo.