Síndrome de Frankenstein

El Síndrome de Frankenstein hace referencia al temor de que las mismas fuerzas utilizadas por el ser humano para controlar la naturaleza se vuelvan contra nosotros, destruyendo a la humanidad.

La novela de Mary Shelley, publicada en 1818, recoge esa inquietud.

En 1968, en pleno apogeo del movimiento contracultural, Theodore Roszak expresaba sus ideas sobre el papel de la ciencia y la tecnología en el mundo contemporáneo: Cualesquiera que sean las aclaraciones y los adelantos benéficos que la explosión universal de la investigación produce en nuestro tiempo, el principal interés de quienes financian pródigamente esa investigación seguirá polarizado hacia el armamento, las técnicas de control social, productos comerciales, la manipulación del mercado y la subversión del proceso democrático a través del monopolio de la información y el consenso prefabricado.

Según Postman este descubrimiento lo realizamos horrorizados algunas veces, angustiados normalmente y sorprendidos en todos los casos.

[2]​ Esta idea la volvió a desarrollar dos años más tarde en otra obra,[3]​ Divertirse hasta morir, traducida al español en 1991.