Rush Hour

La película comienza cuando en el último día del dominio británico sobre Hong Kong, el detective Inspector Lee (Chan) dirige un inmenso operativo policial para capturar al misterioso jefe de las tríadas conocido como Juntao.

Posteriormente Lee celebra la victoria con sus superiores Solon Han, el cónsul chino, y Thomas Griffin, último gobernador militar británico en Hong Kong.

Lee, angustiado, se las arregla para escapar y llegar al consulado, donde golpea a varios agentes del FBI hasta llegar a la oficina de Han y varios agentes quienes esperaban noticias de la niña.

Al rato, los agentes y los dos detectives llegan a la locación indicada por Sang para pagar el rescate.

Lee, sospechando la inusual locación, la cual era un edificio, trata de advertirles de abortar la misión siendo ignorado por los agentes del FBI, pero una bomba explota en el interior del edificio asesinando a varios agentes SWAT.

Carter decide entrar al restaurante para buscar a Juntao y le pide a Lee asumir su identidad de policía para entrar al restaurante en caso de que no volviese pero que mientras tanto actuase como turista.

Carter entra al restaurante donde cena y le pide a una mesera hablar con Juntao, argumentando ser su abogado.

Aunque la mesera niega conocer a Juntao sube al piso superior esperando el dinero del rescate y Sang, al reconocer a Carter en las cámaras de seguridad, ordena que lo secuestren.

Durante la confusión, Lee observa cómo Sang (vestido de mesero) le da a Griffin un detonador igual al encontrado por ambos policías previamente, deduciendo que Griffin no es otro que Juntao.

Griffin sube a lo alto de la edificación huyendo con el dinero del rescate (luego de asesinar y herir a varios agentes del FBI) para escapar definitivamente en un helicóptero.

Lee logra perseguir a Griffin donde ambos luchan y terminan colgando en una de las vigas del centro de convenciones ya que Griffin golpea a Lee con el maletín que contenía el dinero del rescate pero termina agarrado del chaleco-bomba que tenía Lee en su afán de recuperar el dinero.

Antes de partir a Hong Kong, los agentes del FBI Russ y Whitney le ofrecen a Carter trabajar en el FBI, pero Cárter dignamente e insultándoles rechaza la placa del FBI deseando ser solo policía de Los Ángeles y al rato Cárter y Lee empiezan a vivir sus locas vacaciones en Hong Kong.